Libres en Movimiento
26. Aug. 2021
Lo cierto es que de nada sirve que te crean si no te ayudan. Por ello, no podemos perder de vista que el MAS, lento, pero seguro, sigue con su agenda autoritaria, aunque lo cierto es que Evo Morales y el MAS están sufriendo el desgaste de recibir ‘revés tras revés’ de la Comunidad Internacional.
El 25 de agosto se celebró una sesión extraordinaria del consejo permanente de Estados Miembros de la O.E.A en la que participaron, en representación de Bolivia, el ministro de Justicia, Ivan Lima y el canciller, Rogelio Mayta.
La sesión se centró en la discusión acerca de la actuación de Luis Almagro en su función de secretario general de la OEA. En particular, los representantes bolivianos, hicieron referencia al Tweet del 09 de agosto de 2021, publicado en la cuenta de Luis Almagro y por medio del cual se hacía referencia al controvertido informe elaborado por expertos "independientes", conocido como el "Informe de Salamanca".
En este sentido, los representantes del gobierno criticaron "el carácter parcial y la falta de neutralidad" de Luis Almagro al "entrometerse en asuntos internos" vertiendo palabras que contravienen a las decisiones del poder judicial boliviano dado que, en palabras de Ivan Lima, " el discurso del fraude, que no ha sido comprobado por ninguna instancia judicial del Estado plurinacional de Bolivia y ha tenido el sobreseimiento en nueve Tribunales Departamentales de Justicia, no amerita mayor debate y discusión (...) cualquier injerencia o intervención que pueda hacerse interna o externamente es una grave afrenta a la independencia judicial de mi país".
Tras la intervención de los representantes de Bolivia, se les dio turno a los representantes de otros 15 Países miembros y finalmente al secretario general, Luis Almagro y a Francisco Guerrero, secretario ejecutivo de Fortalecimiento a la Democracia de la OEA.
Las posturas de las distintas representaciones quedaron bien delineadas por una franja divisoria entre aquellos países que reconocen el valor de las Misiones de Observación Electoral (MMOE), frente a aquellos que tachan al organismo como una herramienta para el intervencionismo y colonialismo estadounidenses.
Ahora bien, para quienes reconocemos las tendencias corruptas y poco democráticas de que caracterizan a nuestra región (y, en particular, a los gobiernos que forman parte del Socialismo del Siglo XXI) podemos rescatar las siguientes notas positivas:
- De los 16 países que intervinieron en la sesión, solo 4 estaban en contra de la gestión de Luis Almagro y del papel de las MMOE en Bolivia. Entre ellos, y de manera poco sorpresiva, se encontraban: Argentina, México, Nicaragua y Bolivia (que, a este respecto, recibió "la solidaridad" de estos países).
- Los países vecinos toman nota de las mañuderías masistas y no se dejan confundir con ellas ni el ya agotadísimo discurso victimista que emplean. En este sentido, se pronunciaron de forma clara y contundente a este respecto: respaldando la calidad, objetividad y profesionalismo del trabajo desarrollado por las más de 200 MMOE que han sido desplegadas lo largo de la historia de la O.E.A.
- La postura de la O.E.A es clara en la defensa de la calidad y objetividad de su trabajo en 2019. En palabras de Francisco Guerrero: "la cooptación de las autoridades electorales y la exacerbación social producida por un manejo irresponsable del proceso electoral fueron circunstancias que se llevaron a cabo en Bolivia que se generaron en Bolivia y que no son responsabilidad de los observadores electorales".
- De similar manera, Luis Almagro defendió la labor de la O.E.A arguyendo que las posiciones del masismo fueron cambiando, dado que en un momento solicitaron la presencia de la MOE, pero luego buscan desvincularse de sus conclusiones.
Respecto a las diferencias en cuanto a la interpretación y el cumplimiento del "Acuerdo de Análisis de Integridad Electoral de las elecciones generales del 20 de octubre de 2019”, Almagro expreso que: “la Secretaría entiende que cumplió ese acuerdo de buena fe. (...) no tenemos duda de nuestra razón, no tenemos duda la interpretación del texto del acuerdo, no tenemos duda del pleno cumplimiento de lo que allí se firmó. La secretaría general cumplió con lo que le fuera solicitado por Bolivia (...)".
Se hace evidente que en la Comunidad Internacional el relato del Golpe no cuela, sin embargo, debemos observar con gran preocupación la posición de confrontación y aislacionismo del MAS.
Los ataques personales contra Luis Almagro y las desmedidas descalificaciones realizadas en contra de países e instituciones de la comunidad internacional son una clara muestra de la soberbia masista que nos condujo a hasta esta situación.
Si quedaba alguna duda de sí existió una reforma o evolución dentro del MAS, ésta queda zanjada: el MAS sigue siendo el mismo de hace catorce años. Independientemente de que el mundo les crea, o no, el MAS va recuperando su confianza y con ello su autoritarismo, que vuelve alimentado por una imperiosa sed de venganza.
Está bien que la Comunidad Internacional no caiga en la narrativa del "Golpe”, pero ¿de qué nos sirve? Mientras quienes nos gobiernen sean capaces de imponer su "verdad oficial" por encima de la verdad material, las consecuencias las sufriremos los bolivianos, como pasa en Venezuela, Cuba o Nicaragua, por ejemplo.
Lo cierto es que de nada sirve que te crean si no te ayudan. Por ello, no podemos perder de vista que el MAS, lento, pero seguro, sigue con su agenda autoritaria, aunque lo cierto es que Evo Morales y el MAS están sufriendo el desgaste de recibir ‘revés tras revés’ de la Comunidad Internacional, de aquella a la que siempre apelaban y se cobijaban cuando aún se disfrazaban con la falsa careta del indigenismo, la revolución social o la bonanza económica.
Más allá de sus adeptos más fieles y enceguecidos por envidiables sentimientos, nadie les cree…