Libres en Movimiento
24. Aug. 2021
El ministro de Economía y Finanzas Públicas de Bolivia, Marcelo Montenegro, acaba de publicar un artículo al que ha titulado “La reconstrucción económica que Bolivia necesita”. Hagamos algunas valoraciones al respecto
El ministro de Economía y Finanzas Públicas de Bolivia, Marcelo Montenegro, acaba de publicar un artículo al que ha titulado “La reconstrucción económica que Bolivia necesita”.
El ministro, en lugar de hacer una valoración macroeconómica de la situación actual de las arcas públicas de Bolivia y referirse, más bien, a las medidas urgentes a tomar para afrontar la crisis económica que ya se siente, pero que se agudizará los próximos meses si no se ejecutan con celeridad, ha hecho un acopio de ‘cantinfladas’ y premisas redundantes acerca del PIB per cápita, dimensionando la solución en dos vías, cualitativa y cuantitativa, y reduciendo el análisis a una cifra y un porcentaje fríos, lo que demuestra que los conocimientos que el ministro de Economía tiene sobre la materia económica son escasos y bastante limitados. Pero, en realidad, el ministro hace honor a su cargo, junto a todo el gabinete conforman el “circo de la pantomima azul”.
El análisis del ministro se reduce a la comparación del PIB per cápita (por persona) actual entre el que se tenía antes de la pandemia y el que se espera para los próximos años. Además, menciona, de forma superficial y casi ocasional, la economía circular, el reciclaje, la tecnología amigable con el medio ambiente y hasta de industrialización de las materias primas como las actividades que Bolivia necesita para salir de la crisis: ‘economía de resiliencia’, dice.
Pero vayamos por partes sobre algunas notas recientes que se le escapan al señor ministro:
EL CANASTAS Y SUS EMPRESAS: Hace tan solo unas semanas se hizo público un informe de la Oficina técnica para el Fortalecimiento de la Empresa Pública (OFEP) encargado en 2019 y que el gobierno de Morales y el actual de Luis Arce mantenían oculto, en el que se demostraba que 63 empresas públicas del Estado mantenían pérdidas económicas desde su fundación y continúan siendo deficitarias.
Solo entre las 9 empresas que más pérdidas se registran (Quipus, EASABA, Mutún, EMAPA, Enabol, entre otros) la suma asciende a 475,26 millones de bolivianos hasta 2019. Por supuesto, todas estas empresas que registran casos de corrupción, ausencia de normativa específica, falta de mercados e improvisación como bandera para su impulso, debieron tener la venia del actual presidente que entonces fungía como ministro de Economía. No nos olvidemos de aquella su célebre frase: “con menos de 100bs se puede comprar para la canasta familiar”.
EL LITIO SIN FUTURO: Son años que el gobierno azul intenta dar vuelo a la industria del litio sin resultado, porque, a lo mejor, no está dentro de sus planes la producción e industrialización seria de una de las reservas más importantes de este mineral en el mundo, las que podrían asegurar un futuro más o menos razonable a las futuras generaciones.
En Bolivia no se produce un litio con la calidad suficiente para la producción de baterías, a pesar de los más de mil millones de dólares invertidos desde el 2008 hasta hoy ¿será otra oportunidad perdida? Si continúan los azueles, probablemente, sí.
LOS BRASILEROS NEGOCIAN CON LOS ARGENTINOS: No es novedad que las reservas de gas de Bolivia están en números rojos. Bolivia en más de quince años no ha podido resolver este problema a pesar de bonanza económica de los últimos años, lo que se produjo gracias al aumento de los precios del petróleo a nivel mundial y no por arte del entonces ministro Luis Arce, que quería emular, más bien, el modelo económico cubano (sus palabras, en Libres en Movimiento siempre citamos).
Dado que Bolivia no puede mantener el mercado brasileño por falta de gas, el gobierno de Brasil está negociando con Argentina la construcción de un gasoducto para comprar gas de las reservas de Vaca Muerta, lo que significa una negociación para la compra del gas argentino a costa del boliviano.
NADIE QUIERE BONOS BOLIVIANOS: El miércoles 18 de agosto el Banco Central de Bolivia anunció que la subasta de valores por tres mil millones de dólares quedó desierta, mientras el Banco Central sigue emitiendo deuda al Tesoro General…
El ministro Montenegro puede continuar con sus abstracciones y cantinfladas intentando tapar el sol con un dedo, pero si va a escribir desde la improvisación y lo ‘instantáneo’, como él dice, mejor que repase las últimas novedades de la gestión económica de su gobierno.